Detalles: El talento pianístico de Jean-Michel Pilc, nacido en París, nace de una imaginación desbordante y una intrépida sensibilidad para la exploración musical. La libertad expresiva es su arte. "La improvisación", dice Pilc, "a menudo se asocia con la libertad, pero cuidado con las apariencias. Cuando llega la inspiración, la música tiene una forma de llevarte de un momento a otro que te obliga a seguir la corriente. Y cuando todos los miembros de la banda escuchan el mismo sonido, todo, y reaccionan no como individuos, sino como parte de ese sonido, entonces se siente como en casa, como en familia. La imprevisibilidad se hace evidente; esa sensación de evidencia era palpable, más que nunca durante la grabación del álbum. La música fue vital, tanto para nosotros como para el público, y experimentamos toda la gama de emociones humanas".