Detalles: Prensado de vinilo. Cuando Josh Johnson, oriundo del área de Chicago, se mudó a Los Ángeles hace ocho años, pensó que su estancia sería temporal. El saxofonista y teclista pasaría allí un año o dos: tiempo suficiente para aprender de dos de sus ídolos, Herbie Hancock y Wayne Shorter, pero no un cambio geográfico completo. Al fin y al cabo, para los músicos, especialmente para aquellos que hacen música improvisada y colectiva, el lugar donde viven y la escena a la que pertenecen pueden tener un efecto monumental en el tipo de arte que crean. Su ciudad natal tenía una vibrante comunidad musical en la que ya estaba inmerso; no había una razón inmediata para buscar algo nuevo. Pero ocho años después, Johnson sigue en Los Ángeles, donde grabó su álbum debut, Freedom Exercise, con tres de sus amigos más cercanos, a quienes describe como "musicalmente omnívoros", la misma cualidad que lo inspiró a quedarse en la Costa Oeste. El ambiente es íntimo y expansivo a la vez, al igual que el propio álbum: por numerosas que sean las influencias de Johnson, en Freedom Exercise se presentan de una manera que se siente orgánica, directa y sin pretensiones. Incluso en sus momentos más sorprendentes y complejos, el proyecto sigue siendo en última instancia atractivo.