Detalles: En 1877, Chaikovski escribió en una carta a Nadezhda von Meck: «Asisto con frecuencia al culto público; en mi opinión, la liturgia de San Juan Crisóstomo es una de las mayores obras de arte... ¡Adoro todo eso con locura! Es uno de mis mayores placeres». Chaikovski disfrutaba asistiendo a los servicios religiosos, los asistía con regularidad y siempre se interesó por la música sacra, especialmente por la música de la Iglesia Ortodoxa. En un momento relativamente temprano de su carrera, en 1875, publicó «Un breve libro de texto de armonía, adaptado a la lectura de composiciones espirituales y musicales en Rusia», que en 1881 fue aprobado como libro de texto de canto eclesiástico en seminarios y universidades teológicas. Ese mismo año, Chaikovski incluso comenzó a editar las obras de Dmitri Bortnyansky, pionero de la música sacra ortodoxa. Sin embargo, se topó con problemas con diversas instituciones: la Capilla Imperial, las autoridades de censura, así como con algunos funcionarios eclesiásticos conservadores que se sentían más cómodos con compositores de menor calibre, ya que podían ser manipulados si era necesario. Chaikovski deseaba reformar la música sacra ortodoxa, pero al mismo tiempo inspirarse en las tradiciones de siglos pasados. Un excelente ejemplo de esto es la obra monumental de Chaikovski en música sacra ortodoxa, la Liturgia de San Juan Crisóstomo, Op. 41. Los Nueve Coros Sagrados, que datan de 1884-1885, no son un ciclo en el sentido básico de la palabra, sino más bien una colección, y otra afirmación de las habilidades de Chaikovski como uno de los más grandes compositores de música sacra ortodoxa. En este álbum, estas obras son interpretadas por el galardonado Coro de la Radio Letona bajo la dirección de Sigvards Klava.