Detalles: Versión LP. Vinilo rubí de 180 gramos. Incluye CD. El álbum debut de L'Epee, la banda formada por Emmanuelle Seigner (Ultra Orange & Emmanuelle), Anton Newcombe (The Brian Jonestown Massacre), Lionel y Marie Liminana (The Limiñanas). Es muy raro que un proyecto musical cumpla con la etiqueta de "supergrupo". Sin embargo, la excepción a esta regla es L'Epee. Una combinación estelar de los talentos de Anton Newcombe (The Brian Jonestown Massacre), la femme fatale cinematográfica Emmanuelle Seigner y los provocadores del pop gélido The Limiñanas, L'Epee trasciende las fronteras artísticas y tradicionales. Lejos de verse derrotados por un mundo que aparentemente se sumía en el caos, la fuerza de L'Epee proviene de una larga trayectoria desafiando el statu quo: todos comparten una inteligencia feroz y una estética marginal que, con el paso de las décadas, se ha agudizado hasta el filo de la navaja. Por eso, su nombre se traduce como "La Espada". Esta energía creativa contenida se ha canalizado en su extraordinario álbum debut, Diabolique. Nombrado en homenaje al clásico de culto de Mario Bava de 1968, Danger: Diabolik, es una clase magistral musical donde elementos de garage, ye-ye, sleaze rock, bandas sonoras de culto, ciencia ficción, spaghetti western y pop noir de grupos femeninos se combinan con el fervor implacable de una banda rebosante de ideas y energía. Todo interpretado por Emmanuelle con un sensual acento francés que provocará un escalofrío de reconocimiento en cualquiera que conozca sus icónicos papeles en, entre muchos otros, Frantic (1988), Venus in Fur (2013) y Bitter Moon (1992) (todos dirigidos por su esposo, Roman Polanski). "Me encanta el rock desde pequeña", dice, mencionando a Lou Reed, The Velvet Underground y The Stooges como sus principales influencias. Tras pedirle a su íntimo amigo Bertrand Belin que escribiera las letras de tres temas más ("Grande", "On Dansait Avec Elle" y "Lou"), el trío se puso a trabajar en el estudio de The Limiñanas en Cabestany, sur de Francia, en noviembre de 2017. Satisfechos con el resultado, el trío voló a Berlín para reunirse con Anton y Andrea Wright en su estudio Cobra en Berlín. Utilizando un tesoro de equipos antiguos, Anton se puso a trabajar, volviendo a grabar la batería con Marie y agregando (y eliminando) pistas para que las capas cambiantes de sonido se adaptaran al estado de ánimo de cada pista individual.