Detalles: El artista McKinley Dixon, residente en Richmond, Virginia, siempre ha usado su música como una herramienta para sanar, explorar y desentrañar la experiencia negra para crear historias para otros como él. «For My Mama And Either Who Look Like Her», el álbum debut de Dixon en Spacebomb, es la culminación de un viaje donde la angustia y la introspección lo desafiaron a adaptar nuevas formas de comunicarse física y mentalmente, así como a través del tiempo y el espacio. "El aspecto de accesibilidad lingüística de este proyecto se centra directamente en la comunicación y la conexión", explica Dixon. "Pienso en el mensaje y en cómo esto puede ser una forma para que otra persona negra, alguien que se parece a mí, escuche esto y procese el pasado. Todo lo que he aprendido sobre comunicación para este álbum culmina con esta pregunta más importante sobre el tiempo. ¿Es el tiempo lineal cuando aún estás sanando y procesando? Los occidentales ven el viaje en el tiempo como algo para conquistar o controlar; es una mentalidad colonizadora. Eso ignora cómo se puede viajar en el tiempo a través de historias y comunicación no verbal, y no reconoce la cercanía de los pueblos indígenas a la tierra y las conexiones que tienen los grupos debido a su larga existencia en un lugar. Contar historias es viajar en el tiempo, es llevar al oyente a ese lugar. Un viaje rápido en el tiempo. Mágico". Sin depender nunca solo del ritmo, Dixon se sumerge en una fusión de jazz y rap, con una variedad de cuerdas penetrantes, trompetas conmovedoras, percusión y voces angelicales a lo largo del álbum, además de colaboraciones de Micah James, Lord Jah-Monte Ogbon, Pink Siifu y otros. Los instrumentales de jazz añaden un toque de incertidumbre, con sonidos y cambios que evocan mucha emoción y vulnerabilidad. Es una energía que él describe como "Pre-Kendrick Lamar To Pimp A Butterfly", la época en la que el rap adoptó una instrumentación más en vivo. La mejor manera de resumir este álbum es: "Estaba triste, estaba furioso, y ahora estoy vivo", explica Dixon. "Estas cosas de las que hablo en el disco han tenido efectos tanto dañinos como brillantes en mi vida, y me han obligado a ser consciente de que vivir es complejo. El rap me ha proporcionado el lenguaje para comunicarme y ser alguien capaz de comunicarse con gente de todas partes. Sabiendo lo lejos que he llegado, creo que la gente confiará en el mensaje que estoy transmitiendo".