Detalles: En vinilo plateado. Durante diez años, he entendido "Oscillate Wisely" como un juego de palabras con el instrumental "Oscillate Wildly" de los Smiths; un juego de palabras, por supuesto, con la musa de Morrissey, Oscar Wilde. Esto no significa que Mike Adams y su banda me recuerden a los Smiths (especialmente a Morrissey), sino más bien a la idea de que bandas de rock como Mike Adams At His Honest Weight se forman más o menos como un diccionario de ideas pasadas: guiñándoles el ojo, tomándolas prestadas como un libro de la biblioteca, tomándolas prestadas desde el otro lado de la habitación, clonándolas. Pero lo mejor es más inefable, mucho más que un simple copia y pega. Hay una extraña grandeza en la música de Adams, empezando por ese LP debut de 2011, completamente formado y majestuoso, "Oscillate Wisely", que no he escuchado en ningún otro disco, ni antes ni después. Una sensación de que Adams guía a sus oyentes hacia una broma cósmica tan personal, tan inescrutable, tan divertida ("graciosa"), si le prestas atención. Lo lleva en la sangre, creo. No es Oscar Wilde, sino un romántico profundamente sincero y un bobo recalcitrante, típicamente del Medio Oeste, inspirado en iconos de Indiana como Letterman y Vonnegut. No quiere creer en nada, no creó este cuerpo, le encantan los desfiles. Todo es pura diversión, pero se vuelve muy personal. En el escenario, Adams es sociable y juguetonamente modesto, un universitario que retrocede a ese breve momento de principios de los 90, cuando el "rock universitario" irrumpió en las empresas y los artistas, obligados a convertirse en showmen, se refugiaron en la comodidad de su lengua materna: la ironía. Y Oscillate Wisely ha demostrado durante una década que la sinceridad y el sarcasmo están tan intrínsecamente ligados a la lingua franca del rock and roll como los complejos y las reuniones informales. Nunca he escuchado a ningún músico expresar todo lo que me encanta de ser de Indiana con tanta perfección. Y estoy viejo, carajo. - Eric Harvey