Detalles: Edición limitada en vinilo. Tras el suave revuelo generado por su álbum debut de 2015, Timeline, The Mild High Club regresa con su segundo álbum, Skiptracing. En poco más de un año, Alexander Brettin, fundador y miembro del Club, ha recorrido un largo camino. Brettin admite que para el primer álbum de Mild High Club recurrió a letras vagas para realzar la música en sí. Pero Skiptracing cuenta con una temática más intensa y arreglos musicales más complejos. En opinión de Brettin, la historia del álbum es la de un "investigador privado que intenta rastrear el sonido y el espíritu de la música estadounidense". Y al investigar el espíritu de la música estadounidense, The Mild High Club reinventa los éxitos de la radio AM como si vinieran de un universo paralelo, el sonido de Los Ángeles de principios de los 70 envuelto en una nube de sativa. Si Todd Rundgren fue la piedra de toque principal de Timeline, Brettin y su banda ahora se inspiran en el ingenio irónico y mordaz de Steely Dan, quien se adentra en la oscuridad del soleado Los Ángeles y crea una canción pegadiza con un trasfondo de jazz fluido. Es una conexión cósmica que une a The Mild High Club con otros hermanos sónicos como Ariel Pink, Tame Impala, Unknown Mortal Orchestra, Connan Mockasin y muchos más.