Detalles: Libro de 2 CD (60 páginas, tapa dura, 18 x 18 cm) incluye CD extra con 5 pistas adicionales (edición limitada). ¡Mildreda está hechizada por el diablo! Las estrellas fugaces belgas del electro están tan poseídas que su segundo álbum, titulado "Blue-Devild", resulta ser un infierno conceptual, como el definido por el existencialista francés Jean-Paul Sartre, que se refleja en la mirada de los demás. Esta idea es un tema recurrente en muchas pistas del álbum. Musicalmente, "Blue-Devild" resulta ser más variado que su predecesor directo, "I Was Never Really There". Se pueden encontrar más melodías y más matices en las nuevas pistas. Las influencias canadienses del EBM aún se perciben, así como el toque de la esencia sonora belga. Sin embargo, el nuevo sonido, más amplio y abierto, revela la verdadera esencia de Mildreda. En 1995, Jan Dewulf, con 16 años, autoeditó su primer casete, "II Castrato", bajo el sello de Mildreda. Su primer trabajo, en crudo, fue seguido pronto por un segundo casete titulado "De Laffe Denker" en 1996, que fue ampliamente copiado y distribuido en los círculos de la música electrónica. Mildreda se ganó un gran número de seguidores y una excelente reputación en la escena belga y más allá, lo que le llevó a compartir escenarios con artistas de renombre como PLASTIC NOISE EXPERIENCE, TERMINAL CHOICE, COVENANT, VNV NATION, entre muchos otros. A pesar de su éxito inicial, Dewulf se sentía insatisfecho con el aspecto comercial de... La escena electrónica dejó a Mildreda en suspenso. Años después, se licenció en filosofía y comenzó un nuevo proyecto bajo el nombre DISKONNEKTED, centrado en influencias dance. Mildreda continuó creciendo incluso durante su ausencia gracias al boca a boca. Dewulf retomó su pasión por los sonidos electrónicos oscuros con el lanzamiento digital de "Coward Philosophy" en 2016. Su primer álbum físico, "I Was Never Really There", en 2021, volvió a poner a Mildreda en el punto de mira de la escena electrónica. "Blue-Devild", tanto musical como líricamente, marca otro gran hito en la carrera de Mildreda. Los belgas regresan para demostrar que, incluso en un infierno filosófico, ¡el diablo sigue componiendo las mejores canciones!