Detalles: Naked Roommate, de Oakland, lleva deslizándose por el Área de la Bahía iluminando escenarios, haciendo vibrar a la audiencia y desconcertando a los oyentes desde 2018, cuando el grupo —originalmente formado solo por Andy Jordan y Amber Sermeno (ambos exmiembros de The World), quienes eran compañeros en la vida real— autoeditó un casete de demos («Naked Roommate» de 2018). Poco después, Michael «Mig» Zamora y Alejandra Alcalá (Blues Lawyer) se unieron para enriquecer el sonido y las presentaciones en vivo de la banda con su álbum de larga duración «Do The Quilt», coeditado en septiembre de 2020 a través del sello británico Upset! The Rhythm & Trouble In Mind. En 2024, la formación se expandió aún más para incorporar la sección de instrumentos de viento de Geoff Saba y Jeanne Oss en saxofones tenor y alto, así como percusión y marimba, mientras la banda prepara su segundo trabajo, el vertiginosamente extático "Pass The Loofah". Grabado por los miembros Andy Jordan y Mig Zamora entre 2021 y 2023, según lo permitieron el tiempo y las restricciones, "Pass The Loofah" conserva la energía salvaje de su debut, pero se inclina hacia las pulsaciones rítmicas perpetuadas por precursores como Kid Creole & The Coconuts, Lizzy Mercier Descloux y ESG; el sonido característico de On-U Sound (Reino Unido) y 99 Records (Nueva York), pero con una irreverencia marcadamente de la Costa Oeste y un don para la exposición absurda. No se equivoquen, esta es música diseñada para hacer que su cuerpo se mueva y Naked Roommate no parará hasta que se haya asegurado de que todos se muevan. La banda incorpora con libertad elementos del lado más bailable del post-punk (piensen en A Certain Ratio o Liquid Liquid), así como de la música disco, funk y house. Sin embargo, el melodismo inspirador del grupo esconde un subtexto más profundo: comprende la importancia del sentido de comunidad de la música dance y la cultura que la rodea, y se adentra en un contexto lírico neosocialista. La situación está mal, y la superamos ayudándonos mutuamente, reconociendo y abordando los fracasos del capitalismo catastrófico y la hegemonía tecnológica (un estado con el que la banda está muy familiarizada, ya que vive en el Área de la Bahía). Tomemos como ejemplo el primer sencillo, "Bus", un éxito rotundo y un himno a las subidas y bajadas del transporte público, que vibra y late con un contoneo nocturno (y un puente que catapulta la melodía a la estratosfera). Por otro lado, los punteos funky de "Fight Flight" y la voz seductora de Sermeno se funden con garabatos de sintetizador al estilo Numan, que se fortalecen y funkifican hacia la pista de baile. "Broken Whisper" se adentra en un nuevo territorio para el grupo, añadiendo un toque caribeño al estilo de Kid Creole o The Specials, que acentúa los ritmos persistentes y sintéticos subyacentes. Mientras tanto, interludios instrumentales como "Ducky & Viv", "GY pt. 1" y "GY pt. 2" oscilan entre bandas sonoras de ciencia ficción y telenovela, con un sonido similar a los experimentos electrónicos de los pioneros industriales británicos Chris & Cosey. El tema que cierra el álbum, "I Can't Be Found", podría ser el arma secreta del álbum. Su melodía de sintetizador vibrante y sus voces procesadas recuerdan a los primeros Daft Punk o MGMT, pero con Derrick Carter & The Au Pairs. Es una canción preciosa, perfecta para el viaje en coche a casa desde la discoteca, ya sea a altas horas de la noche (o a primera hora de la mañana).