Detalles: A Motörhead le encantaba tocar en vivo y jamás juzgaba a su público. Todos eran bienvenidos, incluso los amantes del jazz. Así que cuando el Festival de Montreux los llamó para invitarlos, la idea tenía todo el sentido del mundo. Cabe destacar, además, que el Festival siempre se ha dedicado a trascender los límites de la palabra con "J" y a acoger a artistas únicos de todos los géneros, estilos y sensibilidades, con el único requisito constante de representar a los mejores y más aventureros de su clase. Esta ya legendaria actuación de 2007 se lanza al mundo en todo su esplendor motero e incluye el primer lanzamiento oficial de su versión de "Rosalie" de Thin Lizzy.