Detalles: BOOM. Es lo primero que oyes, lo primero que notas. Un golpe de bombo tan fuerte y pesado, que su sonido se extiende por cuadras. De hecho, probablemente lo sientes antes de oírlo realmente. BOOM BOOM. Un extremo inferior tan profundo, que deja que todos lo sepan: la banda está en camino. BOOM BOOM BOOM Y antes de que puedas verlos, puedes oírlos, despejando el camino: trompetas de ángel, trombones de diablo, cajas rat-a-tat, tubas pulsantes, y en el centro de todo, el ancla, la roca, la gravedad que evita que todo gire y vuele hacia el espacio, el bombo. El ritmo constante que sienta las bases para cada hazaña que la banda de metales puede lograr. El ritmo que establece el ritmo lento y reverencial para un paseo del recuerdo hacia el cementerio. El ritmo que dicta el ritmo del baile alegre en la esquina. El ritmo que pone traseros en movimiento. Ese ritmo de bombo es el corazón de Nueva Orleans, el órgano que impulsa la sangre por las arterias y venas de nuestras calles, y el corazón más grande y fuerte fue Kerry "Fat Man" Hunter. Cuando el bombo le colgaba de los hombros y las baquetas en sus manos, lo dejaba claro: alto, orgulloso e innegable era su estilo, y es ese estilo el que se encuentra en la esencia de For Fat Man, la nueva grabación de Preservation Hall Brass. El álbum fue guiado desde su concepción hasta su finalización por el cornetista de Preservation Hall, Kevin Louis. Quería capturar lo que sucedía en el Hall los lunes por la noche, y desde el principio, Fat Man fue clave en la grabación. Mitad recuerdo, mitad documento y mitad fiesta, For Fat Man no estaba destinado a llevar ese título. El prematuro fallecimiento de Kerry durante el Mardi Gras forma parte, triste pero irrevocablemente, de la historia de este disco, que comenzó como una celebración del estado actual y el futuro de la tradición de las bandas de metales en Preservation Hall. Y menos mal que la historia no termina. La vida, como cualquier buena banda de música, sigue adelante. Este disco es un alegre eslabón en la cadena que es la historia de Nueva Orleans y su música. Es para los ancestros, para la cultura, para la gente de la calle, para los que lloran, para los que celebran y para todos los que están en el medio. Este disco es el sonido de esa cadena, ese latido, ese ritmo. Ese dulce y estruendoso BOOM. Y golpea tan fuerte que probablemente el Gordo pueda oírlo en el Cielo.