Detalles: El suyo es el sonido de conducir de noche por el Oeste. Como el vasto paisaje, esta música sabe ser a la vez desolada y exuberante. Y sabe que mientras la tristeza te arrastra hacia abajo, el descontento te impulsa hacia adelante. Así, la Procesión nunca se detiene. Aquí, el compás de 6/8 de una canción te arrastrará a un vals melancólico y seductor, y a continuación, el violín y el piano evocan la banda de un cabaret solitario con las luces tenues. Entonces, las cuerdas detienen su llanto lastimero y cambian a un zumbido impulsivo, y ahora pisamos a fondo el acelerador y nos dirigimos directamente por la carretera hacia un crepúsculo cinematográfico.