Detalles: A finales de la década del 2000, un extenso catálogo de lo que ahora es música que define géneros emanaba de un lugar inesperado. Cleveland, Ohio, tiene una amplia reputación en muchas cosas, pero en la década del 2000, el Kosmische, que expande la psique, no era necesariamente la seña de identidad de Cleveland... hasta Emeralds. El trío formado por John Elliott, Steve Hauschildt y Mark McGuire había lanzado una profusión de casetes, CD-R y vinilos de tirada limitada que habían circulado en conciertos en sótanos y luego migrado a comunidades musicales de nicho en línea, creando un murmullo único en el auge de la era de los blogs DIY. Tres jóvenes del cinturón industrial estaban creando una música distintiva y verdaderamente innovadora, a su manera, en el Medio Oeste. Se dedicaban a hacer ruido en sótanos revestidos de madera y circulaban por el underground con sonidos imponentes, estilísticamente deudores de los pioneros de la música electrónica alemana, y lanzados con la ética y el fervor retorcido de los fanáticos del noise del Medio Oeste. Tras varios lanzamientos que se ganaron una afición incondicional en círculos especializados de la cultura musical y de internet, y que luego llamaron la atención del difunto Peter Rehberg, el renombrado artista y curador del sello Editions Mego, se creó la expectativa de que el próximo disco de Emeralds iba a ser un gran éxito. Y en 2010, "Does it Look Like I'm Here" lo fue. Artísticamente, el álbum es una declaración definitiva; es decir, fue creado por cabezas para cabezas, un artículo genuino y una escucha profunda, pero el mainstream también se sumó. Pitchfork reconoció la naturaleza enrarecida de la electricidad del álbum con una calificación de "Mejor Música Nueva". Este éxito en el crossover se debe a la potencia de las canciones y a sus estructuras concisas y maravillosamente diseñadas. Es un sonido impecable. Sin dejar de crear su distintivo y profundo sonido cósmico, Elliott y Hauschildt inundan el espectro estéreo con arpegios brillantes, oleadas polvorientas y melódicamente dinámicas, texturas ondulantes de FM y formas de onda de gran alcance. La guitarra característica de McGuire evoca el patetismo emotivo del new age y los estados de trance astrales y escalofriantes del rock espacial. En sus álbumes anteriores, muchas canciones superaban los diez minutos de duración, pero estas nuevas canciones eran cortas y potentes. "Candy Shoppe" abre el álbum con una elegancia refinada; el vibrante sonido sintético de Emeralds se convierte en un bocado incandescente envuelto en papel encerado. En "Goes By", los lánguidos rasgueos de la guitarra eléctrica y los vibrantes pads de sintetizador se despliegan en envolventes láminas de sintetizador que hacen gárgaras y solos elevados. Ambas pistas son mundos enteros mantenidos cuidadosamente por debajo de los cinco minutos. Si álbumes anteriores como Solar Bridge y What Happened eran expansiones lisérgicas, Does It Look Like I'm Here se presenta como una lata que contiene una serie de explosiones psiconáuticas. Todo esto es para decir que el álbum estuvo a la altura de las expectativas. Una expedición de doce canciones a través de un paisaje onírico polvoriento y brillante, Does It Look Like I'm Here, con su icónica portada presentando la estética, era un televisor de tubo radiante que zumbaba, acumulando polvo espacial en una habitación oscura, el jarrón de la abuela lleno de flores de polipropileno manchadas de aceite. El álbum parece consciente de la inundación/vacío cultural que era Internet entonces y que solo crearía aún más, y sin embargo hay una belleza aquí, una aceptación del pasado, tanto auténticamente como a través de una especie de kitsch alucinante, como una forma de encontrar un nuevo presente extático. Pioneros consagrados —pensemos en Tangerine Dream, Ash Ra Temple, Kraftwerk, Can— se habían sentido legendariamente inalcanzables a lo largo del tiempo y la cultura; una especie de estrella de un pasado lejano y brumoso. Emeralds tomó ese sonido y lo hizo contemporáneo, lo convirtió en punk, lo convirtió en un outsider estadounidense. Así, toda una ola de música ambiental DIY estadounidense se convirtió en un fenómeno de alcance medio, si no general. Emeralds, y los artistas que les siguieron, desafiaron a la comunidad experimental y noise a adoptar más melodía y estructura, e invitaron también al mundo casi académico del deep ambient a volverse rústico y casero. Las salas DIY de repente necesitaron hacer espacio entre las hordas de artistas indie cutres o los debacles de las mezcladoras sin entrada para que los zonificadores de ambient pudieran proyectarse astralmente mientras Emeralds, o los grupos que los seguían, creaban paisajes sonoros con montones de sintetizadores y pedales. Al escucharlo ahora, 13 años después de su lanzamiento original en Editions Mego, el álbum suena atemporal, pero a la vez inmediato. Hay una profunda admiración que deja las pupilas dilatadas y la boca seca cosida en estos radiantes pliegues de sonido; para quienes se inician en este tipo de cosas, que esta reedición sirva como una iniciación, una lección de historia y una dosis heroica. Para quienes han surgido en la escena y han desgastado sus mp3 de este álbum; por fin pueden conseguir una copia nueva en vinilo. "Does It Look Like I'm Here" se convirtió en un sello distintivo que marcaría el camino de toda una escena. Ghostly International se complace en reeditar el álbum, remasterizado por Heba Kadry, que incluye 7 pistas adicionales exclusivas del álbum digital y el CD. La edición limitada 2xLP incluye extensas notas de Chris Madak (Bee Mask).