Detalles: Contemporáneo de Bach, Georg Friedrich Händel fue uno de los compositores más importantes del Barroco, forjando una carrera tan impresionante como la de su compatriota. Nacido en Halle, Alemania, de padres que inicialmente se opusieron a su devoción por la música, Händel pronto se mudó de su ciudad natal al gran centro operístico de Hamburgo. La oportunidad de conocer gente de toda Europa propició un rápido desarrollo de sus habilidades y, influenciado por el estilo italiano que se estaba imponiendo a su alrededor, el compositor aprovechó la oportunidad para viajar a Italia, donde representó La Resurrección en Roma en 1708. La reputación de Händel pronto se elevó, y en 1710 se convirtió en maestro de capilla del príncipe elector de Hannover, el príncipe Jorge, quien pronto se convertiría en el rey Jorge I de Inglaterra. La conexión con Inglaterra ya estaba establecida, y Händel se trasladó allí definitivamente en 1714, contribuyendo a la fundación de la Real Academia de Música cinco años después. Cuando se inauguró el nuevo Teatro Covent Garden en 1736, Handel celebró la noche inaugural con una representación de El festín de Alejandro (incluida completa en este comunicado). Tras su éxito operístico, el compositor se dedicó a los oratorios, comenzando con el bíblico Saúl e Israel en Egipto, y estrenando El Mesías en Dublín en 1742. Al año siguiente, a pesar de sufrir una parálisis en una mano, completó Sansón y el Te Deum de Dettingen, con Sémele en febrero de 1744. Cinco años después llegó una de sus obras más populares, Música para los Reales Fuegos Artificiales; hasta 12.000 personas asistieron al estreno, lo que indica la popularidad del compositor en vida. Tras representar El Mesías a beneficio del Hospital de Niños Expósitos en 1749, Händel fue nombrado director, iniciando una relación con la institución que duraría el resto de su vida. Aunque fue más famoso por su ópera y oratorios, Handel compuso una gran cantidad de música para teclado; entre las obras incluidas en esta compilación están las Suites de pieces pour le clavecin, cuyo primer volumen apareció en 1720. Su música de cámara (principalmente sonatas para solista y trío) también constituye una parte importante de su obra, con sus mejores contribuciones a este género contenidas en la colección Opus 2 (incluida en su totalidad en este lanzamiento), que comprende sonatas para oboe, flauta, flauta dulce o violín y representa la suma perfecta de la riqueza de invención y expresividad del compositor. Handel también fue un experto escritor orquestal, componiendo música puramente orquestal junto con música para sus obras dramáticas. La Música acuática, con razón una de sus músicas más celebradas hoy en día, fue la primera en Inglaterra en ser escrita para trompas; y la Música para los Reales Fuegos Artificiales fue un proyecto masivo, con tres trompas y tres trompetas combinando fuerzas para crear el sonido necesario para llevar al aire libre. Ambas estas obras y una serie de otras piezas orquestales están incluidas en esta importante caja.