Detalles: Edición limitada Loser en vinilo transparente con remolinos de algodón de azúcar. Si buscas una explosión de pop distorsionado, crudo y dulce, no busques más: Weird Nightmare es la solución. El álbum debut del guitarrista y vocalista de METZ, Alex Edkins, contiene toda la fuerza de su banda principal con una dulzura inesperada, pero totalmente satisfactoria. Imagina a The Amps versionando Big Star, o las gloriosas y sibilantes miniepops de Guided by Voices de la época clásica combinadas con la grandilocuencia de Sugar de la época Copper Blue: toneladas de distorsión de línea roja, con una melodía que emociona desde el primer momento. Estas diez canciones muestran una nueva faceta de la ya consolidada composición de Edkins. Si bien la mayor parte de Weird Nightmare se grabó durante la pandemia de COVID-19, algunas de sus melodías datan de 2013, en formato demo. «Los estribillos y la melodía siempre han sido una parte importante de mi composición, pero esta vez se convirtieron en el foco principal», explica. «Se trataba de hacer lo que me resultara natural». Para que quede claro: Weird Nightmare no es un "álbum pandémico", sino un álbum —algunos de los cuales llevaban tiempo gestándose— que casualmente se grabó durante la pandemia. "Siempre había planeado terminar estas canciones, pero no poder girar con METZ y estar obligado a confinarme me dio un gran impulso". Después de pasar días educando a su hijo en casa, Edkins conducía hasta la sala de ensayo de METZ y se dedicaba a trastear hasta altas horas de la noche con las estructuras engañosamente simples y las ricas texturas cargadas de estática de estas canciones. "Fue una bendición para mí", afirma sobre el proceso creativo. "Las horas se esfumaban y me perdía en la música y la grabación. Era una hermosa vía de escape". Weird Nightmare es, a su manera, un estudio de extremos: los instintos melódicos de Edkins y su afición por la disonancia se llevan al límite en todo momento, reflejando esto último no solo la tendencia explosiva de METZ, sino también las propias predilecciones sonoras de Alex. "No me suena bien hasta que lo llevo al límite". También cita a otros artistas que dominan la mezcla de lo sublime y lo contundente, como Kim Deal y Scout Niblett, como influencias en su composición. "Mis canciones favoritas son las sencillas", explica. "Nunca me ha atraído el virtuosismo ni la tecnicidad. Ciertas canciones tienen el poder de levantarte el ánimo como ninguna otra. Quería crear ese tipo de canción". Algunos invitados se suman a Weird Nightmare: el genio canadiense del pop alternativo Chad VanGaalen aporta su toque inconfundible a la siempre creciente "Oh No", mientras que Alicia Bognanno de Bully aporta su voz distintiva a la explosiva "Wrecked", una colaboración que salvó la canción. "Casi no la incluyo en el álbum porque pensé que le faltaba algo", explica Edkins. "Se la envié a Alicia y la elevó muchísimo". Y arriesgarse y salir de su zona de confort fue la clave para Edkins al crear Weird Nightmare. "Me encontré haciendo cosas nuevas que antes no me había atrevido a hacer, grabando todo yo mismo y confiando en mis instintos musicales", afirma. "Creo que cuando la música se manifiesta rápidamente, cierta honestidad la acompaña automáticamente. Cuando es una creación puramente instintiva, no hay oportunidad de ocultar la verdad".