Detalles: Hay quien tiene toda la suerte. El fundador de Xasthur, Scott Conner, sin duda no es uno de ellos. La herida siempre abierta de su vida supura en un flujo constante de sangre sónica que entra y sale de su último álbum, "Disharmonic Variations". Los trece temas amargos, dolorosos, sucios y a veces incluso esperanzadores, tampoco son precisamente unas bonitas "Goldberg Variations". Más bien, el título, "Disharmonic Variations", sirve tanto de programa como de mensaje. La música no es solo lo que Scott hace. No lleva una vida de libro ilustrado. Solo hay música. Scott no escribe y graba solo ocho canciones al año. Hace música las 24 horas del día, los 7 días de la semana, en su tiempo libre y a su manera. Scott lo hace de forma analógica, a la antigua usanza, con su equipo e instrumentos apilados en la habitación donde se encuentra en ese momento. En este fluir musical de conciencia, este diario de artista, todas las consideraciones de estilo son un lujo que Scott no tiene. Su forma de expresión actual en "Disharmonic Variations" tiende hacia el sabor ácido del dark folk estadounidense con un desvío hacia el sonido ambiental. No hay garantía de la dirección que tomará Xasthur a continuación. Lo que suceda dependerá de lo que sienta Scott. Xasthur fue concebido originalmente por el vocalista y multiinstrumentista Scott Conner en 1995. Aunque nació en el soleado estado de California, EE. UU., el proyecto comenzó en la línea del black metal sombrío de la segunda ola nórdica. En 2010, Scott anunció el fin de Xasthur y regresó con un proyecto de dark folk acústico bajo el nombre de NOCTURNAL POISONING. En 2015, el artista estadounidense volvió al nombre de Xasthur, pero insistió en que sus días de black metal habían terminado. En el lanzamiento anterior, "Inevitablemente Oscuro" (2023), Xasthur levantó parcialmente la prohibición autoimpuesta del black metal, simplemente porque a Conner le apetecía y, por lo tanto, lo hizo. Con "Disharmonic Variations", Xasthur presenta su próximo disco, un disco que te lo tomas o lo dejas. A Scott Conner no le importa lo que piensen los demás sobre su música. Lo maldigan o lo alaban, pero solo hace lo que quiere y ese sigue siendo su verdadero logro artístico.