Detalles: Los cañones son lugares de misterio y belleza. Lo interesante es que, si bien son una de las grandes maravillas de la historia del planeta Tierra y atraen a científicos de todo tipo de disciplinas, también han sido un refugio popular para artistas y músicos. Seguramente habrás oído hablar del Cañón Topanga; Rickie Lee Jones y Chicago grabaron aquí. El Cañón Laurel es aún más conocido, un lugar mítico donde Crosby, Stills y Nash desarrollaron su singular sonido vocal mientras frecuentaban la casa de Mama Cass. ¿O fue en la casa de Joni Mitchell en Lookout Mountain? Bueno, ya te haces una idea. Hay algo inexplicable, casi mágico, en los cañones. Quizás por eso Andy Platts y Shawn Lee pensaron en "Canyons" cuando escribieron y grabaron su tercer álbum como Young Gun Silver Fox. Con "West End Coast" y "AM Waves", estos dos talentosos músicos, cantantes, compositores, arreglistas y productores ya habían explorado la costa oeste, el AOR, el soft rock y el boogie. Pero, especialmente si te apasiona la época dorada de este sonido, que se extendió entre 1976 y 1984, te darás cuenta de que no hay vuelta atrás una vez que empiezas a disfrutar de estas delicias musicales incondicionales con sus composiciones atemporales, su maestría musical inalcanzable y sus arreglos refinados. Los grandes álbumes de esa época aparecieron cuando el punk irrumpió y el establishment musical se tambaleó. Hoy suenan más actuales que nunca. ¿Quién lo hubiera dicho entonces? En "Canyons", Young Gun Silver Fox lo subió al máximo. Son como "chicos" que van a toda velocidad, totalmente descontrolados en busca de la "mujer ideal", aterrizan en Tokio atrapados en un romance a distancia, imaginan el tema de una serie de televisión perdida de los 70 protagonizada por "Danny Jamaica", están del lado ganador en un "paraíso privado", se sumergen en la profundidad y el sentimiento de "cosas que dejamos sin decir" y se preguntan cómo difundir "todo este amor". Sus líneas de bajo, capas de sonido, arreglos de metales y armonías vocales son impecables. Todo encaja a la perfección. Justo así. ¿"Quién necesita palabras" cuando todo es clarísimo? ¡Exactamente!