Toda su vida, la gente le ha dicho a Rudy que no es lo suficientemente bueno, ni lo suficientemente inteligente, ni lo suficientemente grande. Pero nada puede detener su sueño imposible de jugar al fútbol americano para Notre Dame. Desde pequeño, Rudy (Sean Astin) está decidido a unirse a los Fighting Irish. Pero su familia obrera solo se ríe de sus ambiciones; saben que Rudy seguirá a su padre y hermanos a la acería local. Y, durante cuatro largos años después de la secundaria, eso es precisamente lo que hace. Pero algunos sueños no mueren, como lo demuestra Rudy cuando hace esfuerzos heroicos, a veces divertidísimos, para ganar la admisión a Notre Dame. Una vez allí, se convierte en un jugador sin beca, sirviendo como poco más que un muñeco de placaje humano contra los jugadores titulares. Ensangrentado pero invicto, Rudy se gana el respeto del legendario entrenador Ara Parseghian y los demás jugadores irlandeses, quienes le dan una oportunidad de alcanzar la gloria en el fútbol americano. Una increíble historia real de los creadores de Hoosiers, RUDY es un testimonio inolvidable del poder de los sueños y el triunfo del hombre común.