Detalles: En su álbum debut, Alone Somewhere, Billy Law te cuenta una historia. Es una historia que te resulta familiar. Altibajos y puntos medios, lo bueno y lo malo entrelazados porque así es precisamente la vida. Es un resumen magistral de la experiencia humana: el desigual proceso de madurar, los errores de juventud y los arrepentimientos de la adultez, encontrar, perder y ganar el amor, y el intento diario de comprender a la persona en el espejo. La música refleja la montaña rusa de la vida, un susurro silencioso en un segundo, que se eleva hasta un crescendo emocionante al siguiente. "El álbum en su conjunto es una larga historia que se va desarrollando", dice Law. "Aborda muchos de los temas propios de la adultez temprana: crecer, encontrar tu propósito, encontrar tu lugar en el mundo. También sigue la errática historia de amor de mi esposa y yo, enamorándonos y aprendiendo a confiar el uno en el otro". El álbum abre con el sencillo principal, "It's Not Right". La canción comienza con la voz suave de Law y su guitarra acústica, pero con el tiempo se desarrolla hasta llegar a un coro vibrante con toda la banda. "Escribí esta canción en un momento de mi vida en el que no estaba seguro de casi nada", explica Law. "Trata sobre la ambivalencia que se puede sentir en medio de la ansiedad. Hay una yuxtaposición surrealista de sentirse completamente abrumado por dentro y, sin embargo, apenas se puede reaccionar por fuera". A pesar de la variedad de elementos que lo componen, hay una vitalidad cohesiva que recorre todo el álbum, con Law y su banda, cariñosamente conocidos como "The Baby Boys", entrelazando los coloridos hilos. Resulta una escucha intrigante, y una que los fans de la otra rama musical de Law, los estridentes rockeros de Dallas, Texas, Ottoman Turks, encontrarán especialmente sorprendente. Las canciones tienden a subir y bajar con la emoción de las letras, con Law pasando de un susurro casi absoluto a un gemido lastimero y luego a un grito apasionado. La creación del álbum en sí reflejó los altibajos presentes en las canciones de Law, grabadas durante cuatro años en estudios caseros, salas de estar y armarios de amigos. Este método largo, lento y casero sin duda encuentra su lugar en el sonido del álbum, donde casi se pueden sentir las noches y las luces bajas que lo crearon. Las canciones de Law te hablarán de una forma sorprendentemente familiar. Crea melodías que son a la vez dolorosamente personales y, sin embargo, universales. Son crudas, veraces, reales. Ha vivido estas letras. Y en su voz, a veces cansada pero siempre urgente, encuentras afinidad. Alone Somewhere suena a la vez como un álbum conceptual épico y una serie de casos prácticos íntimos que es fácil repasar una y otra vez.