Detalles: El "amanecer" más esperanzador del aclamado Slow Sundown de 2018, Horse encuentra a Holy Motors de Tallin, Estonia, reconociendo las corrientes americana y rockabilly de su ADN musical sin sacrificar nada de la mística de otro mundo que les impide ajustarse perfectamente a las etiquetas shoegaze y dreampop que a menudo se aplican a su música. Desde los primeros momentos del álbum, canciones como "Country Church", con su tonalidad mayor y su línea clásica de guitarra de rhythm and blues, y "Midnight Cowboy", que suena como un Buddy Holly de 45 rpm perdido, dejan claro que Horse, aunque no logre la imposible tarea de desmitificar a esta banda de vaqueros exsoviéticos, al menos mostrará que hay más en ellos de lo que la oscuridad casi impenetrable de su trabajo hasta la fecha pueda sugerir. Mientras que temas como "Trouble" y "Endless Night" gravitan hacia la producción etérea y la temática existencial de lanzamientos anteriores, escucharlos repetidamente revelará la misma complejidad de las composiciones y la humanidad que caracterizan con mucho más fuerza las ocho canciones de Horse. En conjunto, Horse se erige como un contrapunto más cálido y humano al celestial Slow Sundown de 2018. En cuanto a cuál de las dos entradas se aproxima mejor al ambiente natural de Holy Motors, solo el tiempo lo dirá.