Detalles: A lo largo de los años, el compositor estadounidense Rafael Anton Irisarri se ha vuelto omnipresente en el ámbito de la música ambiental, drone y electrónica. Ya sea a través de sus álbumes celestiales de larga duración o de sus elogiadas credenciales como ingeniero de audio para innumerables artistas y sellos discográficos, la constante dedicación de Irisarri a su arte nunca flaquea. Si bien sus composiciones suelen presentar una variedad de matices ambientales modernos entrelazados con sinfonías oceánicas con loops de cinta, guitarra eléctrica frotada y vastas oleadas de sonido saturado, su reciente álbum debut para Dais Records, Peripeteia, retrata estos temas comunes dando paso a influencias metaleras y clásicas que enfatizan las tendencias melancólicas de Irisarri. Estas oberturas únicas, junto con su distintiva superposición de distorsión y texturas desteñidas, crean un ambiente audible que, aunque aparentemente contradictorio, se complementa con gracia. En palabras de Irisarri: «Mis trabajos anteriores internalizan cualquier fuerza o circunstancia externa, mientras intentan dar sentido al mundo. Peripeteia invierte ese enfoque, centrándose en lo personal para contar una historia humana más amplia». La profundidad emocional presente en Peripeteia se muestra impecablemente en el tema «Mellified». En colaboración con la compositora española Yamila, los arreglos corales evocan la música sacra de Arvo Pa¨rt, mientras que su voz combina el estilo andaluz del «cante jondo» con modos medievales, casi sumergiéndose en capas de distorsión fuzz de octavas y patrones distópicos de sintetizadores. En «Arduous Clarity», la brillante melodía arpegiada que se agita a lo largo del disco ofrece un atisbo inicial de optimismo en una historia desmoronada de agitación personal. Sin embargo, este atisbo alentador dura poco, ya que la canción «Refuge/Refuse» parece hundirse en las profundidades del luto y la sombría desesperación. Un coro de voces se arrastra con firmeza desde su terreno desolado: un mar de espíritus quebrantados, eternamente resignados a forzar y bramar su último lamento. Fright and Control, una pieza igualmente conmovedora, parece poseer una resolución satisfactoria, como si, tras años de búsqueda, la salvación se hubiera depositado en la aceptación de la mortalidad y la iluminación que conlleva la muerte. La complejidad de Irisarri se utiliza con contundente éxito, latiendo lentamente en primer plano en el público, enfatizando aún más el temor inminente a la resolución.