Detalles: A principios del siglo XIX, la guitarra era un instrumento muy extendido, tanto en patios como en salas de estar. Viena y París eran centros culturales de gran atractivo, atrayendo a artistas y músicos de toda Europa. La transcripción de piezas operísticas era una práctica común, destinada a quienes deseaban recordar, escuchar e, incluso, interpretar las hermosas piezas que se escuchaban en los teatros. En esta edición se incluyen arias y cavatinas de autores más o menos conocidos, todos vinculados a la escuela napolitana; las transcripciones fueron realizadas por François Doisy, Anton Diabelli, Mauro Giuliani, Roger Dias y George Henri Derwort, y muchas de ellas se graban aquí por primera vez. La soprano Alessandra Borin interpreta este florilegio "bel canto" con una increíble ductilidad de su técnica vocal, acompañada por Alessandro Marchiori tocando una copia de la histórica guitarra Etienne Lapravotte (ca 1830), construida por el luthier Gabriele Lodi di Carpi (Módena - Italia).