Detalles: Las Sonatas para dos violines de Vivaldi, anco senza basso se piace (también sin bajo si se prefiere), representan una de las innumerables cumbres de su destreza compositiva. Se estructuran en tres movimientos, cada uno de los cuales se desarrolla de forma bipartita, haciendo evidentes referencias a la forma de concierto, con solo la estructura bipartita interna aludiendo a la forma de sonata. Esto distingue el enfoque de Vivaldi para el dúo sin bajo del de algunos de sus colegas europeos, como Telemann (Sonatas sans basse, 1727) y Leclair (Sonatas à deux violons sans basse Op. 3, 1730). La paleta de colores y los efectos expresivos empleados por Vivaldi en estas sonatas es verdaderamente impresionante: arpegios, dobles notas, pasajes agudos, articulaciones extremadamente complejas que requieren una técnica de arco excepcional, líneas cantabiles ornamentadas (para ser ornamentadas por el intérprete) y cantabiles aún más radicales en los movimientos centrales. Aquí, la maestría de Vivaldi se evidencia en un uso sensible de versos que cautivan por su simplicidad, pero a la vez tremendamente expresivos, empleando un lenguaje modesto de tresillos, apoyaturas y ritmos lombardos en proporciones perfectas para lograr el máximo efecto. Un inventario manuscrito de la colección musical de la noble familia Collalto en Brno, junto con 15 conciertos de Vivaldi, atestigua un Duetto, o mejor dicho, una Sonata para dos violines en cinco movimientos de un tal Andrea Zani, compositor que emuló la música y el estilo de Vivaldi hasta el punto de que los historiadores suponen que Zani estudió con Vivaldi durante un tiempo. (Dicho esto, Zani destaca como uno de los compositores de música instrumental más puros e interesantes de Italia en la primera mitad del siglo XVIII. Sus obras, a la vez originales e innovadoras, aún están en gran parte sin estudiar ni interpretar). Lamentablemente, solo se conserva ese inventario de la colección Collalto, pero el Duetto de Zani ha llegado hasta nosotros a través de tres fuentes conservadas en Suecia. Al igual que en las composiciones de Vivaldi, los movimientos en la obra de Zani son bipartitos. Zani también establece la paleta de colores de sus composiciones con progresiones sumamente efectivas, empleando todo el arsenal expresivo de su ídolo, Vivaldi. La escritura de Zani también hace uso frecuente de una gran propulsión rítmica. Finalmente, y a diferencia de Vivaldi, Zani no incluyó un bajo ad libitum, lo que indica su clara intención de interpretar una sonata a dúo en lugar de a trío.