Detalles: Oliver Lake, compañero de toda la vida de Andrew Cyrille, elogia al maestro de los ritmos afroamericanos en su poema "El verdadero Cyrille": "Creando la verdadera magia... Los verdaderos ritmos... Los verdaderos sonidos... expandiendo sus raíces afro-haitianas... explorando la batería en busca de magistrales fragmentos líricos... un maestro del color... pintando, coloreando, riffeando, siempre extendiéndose, buscando, buscando el siguiente sonido, color, sonido". Las palabras de Lake describen con astucia el arte de Andrew Cyrille y la música que crea en este disco. A diferencia de sus álbumes solistas de los años 70 y 80, ha ampliado su enfoque en esta notable obra solista. Cyrille afirma: "Quería incluir diversos instrumentos de percusión en las composiciones. Así que pensaba en melodías que pudieran interpretarse con panderetas, campanas, platillos, crótalos, gongs y mazos".