Detalles: Franz Liszt ocupó un lugar especial entre los grandes pianistas del siglo XIX. El virtuosismo desbordante que aportó a su instrumento lo convirtió no solo en una estrella del rock en su época, sino que también le permitió, como compositor, materializar su visión musical sin tener que prescindir de limitaciones técnicas. Así, se convirtió no solo en el creador de un nuevo estilo, sino también en un pionero de nuevas direcciones musicales, cuya influencia perduraría hasta bien entrado el siglo XX. Muchos factores contribuyeron a su personalidad multifacética; por lo tanto, no es sorprendente que elementos aparentemente incompatibles como la desesperación y la transfiguración, el demonismo y el éxtasis religioso a menudo se conjugaran, creando la tensión que caracteriza a un gran compositor. El presente programa presenta una selección de las obras más virtuosas y radiantes de Franz Liszt.