Detalles: Querido cuerpo, "En mi silencio, hay un latido, rodeado de amor. Juguemos, querido cuerpo, entregándome, no estoy roto". Eres todo, todo lo que tenemos. Eres vida, y a través de ti la música se canaliza y cobra forma. Te pido que sigas tocando y cantando mientras yo exista. (annasara) A través de las siete canciones del álbum, cuyos títulos juntos forman un texto completo, la música de Querido Cuerpo se convierte en una historia completa, como la representación de un drama musical para el cual aún no se ha preparado el escenario. Los diferentes estados de ánimo y paisajes sonoros de las canciones impulsan la historia, pintando una imagen compleja de dolor intercalada con una simplicidad lúdica y una poesía serena. Es el amor por la música, y por hacer música, lo que impulsa aquí, lo que conduce a la humildad y al amor por el cuerpo. De esto trata todo el álbum. Los sonidos impresionistas y los arreglos simples pero impactantes son reconocibles de álbumes anteriores. Las armonías e instrumentación de la música clásica se trasladan a la forma de cantautor, donde la voz clara e íntima de Annasara se escucha en cuatro pistas. La última pista incluye a su amigo y tenor Martin Vanberg. Las demás pistas son completamente instrumentales y, además del piano y el violín interpretados por la propia Annasara, también escuchamos a Amelia Jakobsson al violonchelo, Johan Bridger a la marimba y Simon Peterson al contrabajo. Todas las pistas comparten un aire de música de cámara y un sonido orgánico con fraseos y dinámicas propias de una canción. Toda la música ha sido escrita y arreglada por Annasara Lundgren. En la canción principal, Dear Body, dos temas del Concierto para violín de Sibelius se entrelazan primero en la estrofa y el estribillo de la canción, antes de escucharse instrumentalmente hacia el final.