Detalles: Prensado en vinilo. El sonido de Bad Suns —una parodia onírica de los 80 con Stratocaster, amplificadores Vox a todo volumen, sintetizadores vibrantes y una energía rítmica palpable— conquistó a la banda desde el principio. Su cuarto LP, Apocalypse Whenever, utiliza esa base musical como punto de partida para su siguiente evolución. Concebido como "la banda sonora de una película inexistente", este álbum de 13 temas, dirigido por el veterano productor Eric Palmquist (Mutemath, Thrice) en sus estudios Palmquist y el local de ensayo de la banda en North Hollywood, es conceptualmente más riguroso que cualquier otro proyecto que hayan intentado, pero no por ello menos atractivo ni accesible. "También sabíamos que queríamos que el álbum tuviera una línea argumental, una historia de principio a fin", explica el líder Christo Bowman, así que la banda hizo lo que cualquier buen director haría: armaron un mood board, filtrando su versión neo-noir de Los Ángeles a través de la nebulosa onírica del autor Haruki Murakami, el estilo futurista de Terminator 2: El Juicio Final y Blade Runner, y la cinematografía elevada de Her, de Spike Jonze. Estas influencias dispares no solo ofrecen a Apocalypse Whenever una paleta más amplia de opciones sonoras para dar color a los ganchos herméticos de Bad Sun, sino que también ayudan a dotar a las canciones de una complejidad emocional que funciona en múltiples niveles según cómo las reciban los oyentes.