Detalles: Behzod Abduraimov se une a Alpha para varias grabaciones, comenzando con este "caleidoscopio de miniaturas": miniaturas que, de hecho, son bastante gigantescas y muestran el virtuosismo y la sensibilidad extremos del pianista uzbeko. "Cada movimiento es en sí mismo una miniatura, y en conjunto forman un caleidoscopio de emociones humanas e imágenes de todo tipo", dice Behzod Abduraimov. En su opinión, las piezas del Rincón Infantil de Debussy no están destinadas a jóvenes estudiantes de piano, sino "a adultos, para que puedan sumergirse en el mundo de los niños con un poco de nostalgia y mucho humor". En cuanto a Chopin, "cada preludio tiene una esencia musical diferente, crea su propia atmósfera. Juntos forman un arco que abarca la distancia desde el primer preludio hasta el último. Así que intenté considerarlos como un todo". Finalmente, Mussorgsky evoca en diez movimientos de gran expresividad las pinturas de una exposición celebrada en homenaje póstumo a su amigo Viktor Hartmann. Un «Paseo» que se escucha varias veces sugiere al propio Mussorgsky paseando por la exposición. Para Behzod Abduraimov, los «Paseos» desempeñan un papel clave en este ciclo: crean la atmósfera que precede a cada cuadro.