Detalles: Estar en una banda suele ser una alternativa barata a la terapia. Permite desahogar sentimientos que sus miembros no pueden expresar. Proporciona un espacio para liberar las inhibiciones físicas. Para Liz Parsons de Big Nothing, la necesidad de ese alimento mental se hizo evidente al mudarse a Filadelfia. Descubrió que se adaptaba bien a la ciudad, pero se sentía aislada y vacía. Su nuevo hogar era uno de los epicentros musicales de Estados Unidos —una de las principales razones por las que se mudó allí— y no planeaba perder el tiempo llenando el vacío que el indie rock había dejado en su vida. Le envió un mensaje al guitarrista Pat Graham, quien recientemente había conversado con el baterista Chris Jordan sobre comenzar un nuevo proyecto. Cuando Matt Quinn se enteró de que los tres tocaban juntos, les rogó que incorporaran su estilo Rickenbacker. Tras improvisar algunos riffs de Voice Memo, Big Nothing llegó para quedarse. En cuanto al sonido, Big Nothing se inspira en pilares del indie como Superchunk y The Replacements. Es evidente que intentan romper con los patrones que han repetido en el pasado, pero tampoco temen criticar los métodos clásicos del rock and roll. Sus conciertos reflejan la honestidad de sus álbumes. Big Nothing es una banda de rock genuina.