Detalles: Colección 2018. Se ha debatido mucho si Bobby Darin debería clasificarse como cantante de rock and roll, un hipster de Las Vegas, un intérprete de clásicos populares o incluso un folk-rockero. Era todo eso y nada de eso. A lo largo de su carrera, se esforzó por no comprometerse con ningún estilo excluyendo otros; en la cima de su fama en los clubes nocturnos, incorporó un repertorio folk a su actuación. Cuando parecía que podría haber continuado indefinidamente como una especie de versión juvenil de Frank Sinatra, grababa periódicamente sencillos de pop/rock y folk-rock cuyo principal atractivo residía más allá del mercado del pop para adultos. En un momento dado, empezó a llamarse Bob Darin y grabó canciones con vagas connotaciones antisistema que, podría decirse, mordían las manos, mayoritariamente burguesas, que financiaban sus conciertos mejor pagados. Quizás sea más acertado decir que Darin era, sobre todo, un cantante que quería hacer muchas cosas, en lugar de dejar huella como un estilista en particular.