Detalles: Las tres obras de Stefano Gervasoni en este lanzamiento contienen, como el propio compositor explica, vínculos significativos, tanto explícitos como subterráneos, con otras piezas suyas, y todas exploran temas relacionados con el medio ambiente. Concretamente, ¿cómo pueden revelarse estas ideas en un contexto musical? Estas preocupaciones ecológicas se manifiestan claramente en los títulos de las obras (Prado de Ayer, Hierba/Cigüeya, Nube Obediente). ¿Acaso el compositor simplemente escribe de acuerdo con las tendencias actuales, siguiendo la corriente de problemas que ya no pueden ser indiferentes: las montañas de residuos generados por el ser humano, la destrucción de los recursos naturales o, incluso, el cambio climático y sus consecuencias directas sobre los ecosistemas y los flujos migratorios? Si bien cada una es muy diferente de la otra, Prato prima presente (2009) para ensamble, Graminga (2009-2015) para címbalo y ensamble, y Nube obbediente (2011) para trombón, percusión y ensamble comparten numerosos rasgos familiares. Más allá de los títulos, todos ellos aludiendo a la naturaleza, estas tres obras requieren una instrumentación bastante reducida, que sin embargo ofrece una amplia paleta tímbrica. Además, desarrollan un enfoque casi concertante, en el que los solistas no se revelan necesariamente como tales, mientras que los instrumentistas del conjunto también se consideran como individuos. Las conexiones subterráneas que unen estas tres obras se derivan de la idea de que una partitura puede considerarse un «entorno» poblado de diferentes «objetos sonoros» que se superponen y yuxtaponen; estos objetos son «experimentados» por el compositor en nuevos entornos para los que no fueron concebidos originalmente.