Detalles: Esta caja recopilatoria, en constante desarrollo, del trabajo en solitario del pionero electrónico escocés Drew McDowall toma su título de un término técnico que significa "placa" o "capa", comúnmente usado en contextos geológicos o anatómicos: Lamina. McDowall habla del proceso de compilación de manera similar: "Excavar en mis archivos fue como una mezcla de psicoanálisis y arqueología: descubrir cosas enterradas". La colección de seis CD incluye ediciones ampliadas de sus cuatro LP más recientes de Dais (Collapse, 2015; Unnatural Channel, 2017; The Third Helix, 2018; y Agalma, 2020), junto con un disco de rarezas (Undulations and Aberrations) y uno de presentaciones en vivo (Entanglement). En conjunto, presenta un retrato definitivo del arte críptico e inquisitivo de McDowall, en constante búsqueda de "esa sensación de traspasar un umbral". El material extra, en particular, es revelador, ampliando tanto el contexto como la complejidad de su respectivo álbum. "Palisades", una toma descartada de Collapse, construye con paciencia un latido mántrico hasta convertirse en una cascada ondulante de ruido cósmico que sacude la cabeza, como si se tratara de metralla brillante astillada del resto del disco. "Tell Me The Name (Alt Version)", una reelaboración del inquietante tema inicial de Unnatural Channel, encarna el objetivo de McDowall para la compilación como "una ventana al proceso de iteración". Más demacrada y reptiliana que la mezcla original, la canción tiembla y brilla en una ensoñación de melancolía alienígena, un archivo corrupto de algún himno interdimensional. "False Memory Demo", de las sesiones de The Third Helix, muestra el ensayo y error textural detrás de estas composiciones: un collage inestable de raspaduras marinas, ondas sinusoidales y circuitos tectónicos, probados como material original en un laboratorio. De igual manera, un corte inédito de Agalma, "Cest", captura al artista al borde de su gran éxito: un zumbido alargado en el tiempo, trazado por voces apagadas y una neblina de fase, se extiende a lo largo de cinco minutos lisérgicos. Es el sonido de una paleta de colores que se refina, lista para desplegarse. El quinto disco abarca dos décadas de grabaciones dispersas, desde experimentos de estudio de los 90 hasta pistas de compilación perdidas, cintas agotadas, rarezas modulares y bocetos rítmicos. Ordenado cronológicamente, demuestra la evolución zigzagueante del sonido de McDowall, influenciado por sus años de formación colaborando en Coil, pero extrapolado a nuevos caminos: dub industrial, downtempo gélido, devocionales tonales, gamelán hexadecimal, turbidez intersticial. La colección de sets en vivo también es una escucha esencial. Describe sus criterios de inclusión como actuaciones que fusionan "lo sagrado y lo salvaje, como si estuvieras en una catedral pero el suelo fuera de tierra". Las cuatro grabaciones son ricas y desquiciadas: un viaje en espiral, hirviente y sombrío para la oscura serie experimental de Ascetic House y Mount Analog, Nuit Noire; un extracto irregular y disonante de su concierto de lanzamiento de Collapse en la sala Alphaville de Nueva York; una interpretación fracturada y psicodélica de "Agalma III" para la transmisión en vivo del Exist Festival de Root Radio; y una versión delirante y magistral de "Agalma I" para la fiesta de lanzamiento de Agalma en Strange Editions producida por Quo Vadis (su ambición para la cual era "reflejar la sensación ontológica relacionada con la pandemia de estar suspendido en el aire"). A pesar de su duración, Lamina es un estudio de trama simple, sin peso muerto. Pocos artistas tan omnívoros como McDowall se autoeditan tanto; sus estándares son rigurosos y reveladores: «Mientras trabajo, siempre estoy cambiando cosas, modificándolas, abandonándolas cuando no funcionan. Al volver a escucharlas, busco una sensación de asombro y maravilla. Magia de otro mundo. Si no escucho eso, no le veo sentido».