Detalles: Idil Biret conoció la música de Bach desde muy temprana edad. A los tres años, intentaba tocar de oído los preludios de Bach del Clave bien temperado, que su madre tocaba en el piano vertical, y dibujaba su retrato en su cuaderno. En sus memorias, la madre de Idil, Leman Biret, escribe: «Tras escuchar un rato música orquestal en la radio, Idil identificaba la melodía principal y la tocaba al piano con un dedo. Después, a los cuatro años, las tocaba con las dos manos y con la armonía correcta. Los preludios y fugas de Bach del Clave bien temperado, por ejemplo, que incluso los músicos más talentosos tardaban mucho en estudiar y memorizar, los dominaba Idil en tan solo unos días tras escucharlos una o dos veces, tras lo cual los tocaba sin una sola nota errónea». «Luego, a los cuatro años, su profesor Mithat Fenmen le tocó a Idil en un disco de 78 rpm de Edwin Fischer el Preludio y Fuga en Fa menor del Libro II del Clave bien temperado. Afirma que la música de Bach ha formado parte de su vida desde entonces. En 1946, a los cinco años, interpretó el Concierto para piano en re menor de Bach con un cuarteto de cuerda en la Radio de Ankara, una obra que se convertiría en un elemento esencial de sus programas de conciertos a partir de entonces. «La memorable velada comenzó con el Concierto para piano en re menor de J. S. Bach. El concierto exigió, desde el primer compás, una destreza ágil y precisa por parte de la pianista. Idil Biret aceptó el reto con un pulso arrebatador que cautivaba. La forma en que esta artista combina la estricta disciplina de la partitura con la capacidad de construir formas soberanas es ejemplar. Con energía, impulsó los movimientos del Allegro y se detuvo en la canción como si fueran bellezas del Adagio con un abandono concentrado». Dietrich Wolf DRESDNER NEUESTE NACHRICHTEN (Alemania) 1996