Detalles: Prensado en doble LP de vinilo. Con un éxito rotundo y espectacular, Itzhak Perlman, siempre un músico perspicaz, narra una historia cautivadora con cada pieza. Desde su primera publicación en Milán en 1820, los 24 Caprichos de Niccolò Paganini se han considerado el reto definitivo para cualquier violinista virtuoso. Están provocadoramente dedicados a Agli artisti ('A los artistas'), pero pocos contemporáneos de Paganini fueron capaces de afrontar las múltiples exigencias técnicas inherentes a las obras para violín solo más asombrosas jamás escritas. En el siglo XX, incluso con el desarrollo de la técnica instrumental, la llegada de la tecnología de grabación moderna y sus facilidades de edición, pocos intérpretes de nuestra época han tenido la valentía de plasmar los 24 Caprichos en un disco. El legendario Jascha Heifetz grabó solo tres, Yehudi Menuhin solo seis. El maestro italiano Ruggiero Ricci, defensor de toda la vida de la música de Paganini, fue el primero en grabar las 24. Pero fue Perlman, nacido en Israel en 1972 y con 26 años, quien realizó la grabación definitiva. Casi medio siglo después, la grabación de Perlman sigue siendo el referente para todas las demás.