Detalles: A sus 27 años, Giving Up the Ghost es el quinto álbum de Jackie Greene, lo que le otorga más experiencia que músicos décadas mayores. Sin embargo, ha reunido un elenco estelar, que incluye a Phil Lesh de Grateful Dead (Greene, de hecho, tocó la guitarra en la gira de Lesh en 2007) y Dave Hidalgo (Los Lobos), quien aparece para echar una mano con la guitarra y el acordeón. El álbum abarca una variedad de géneros musicales, con mayor fuerza en "Don't Let the Devil Take Your Mind", el autoproclamado tema "disco-gospel" de Greene. Ahora bien, estas dos cosas, en teoría, suenan horribles juntas, pero en la práctica, se combinan como el bourbon y la menta para producir algo inesperadamente irresistible: "Bueno, no hay nadie entre nosotros / Que esté a salvo del canto de la sirena / La tentación es como un dedo torcido / Que nos llama a todos". Tiene un toque de Debbie Harry, un toque de Robert Johnson y muchísima genialidad, todo en un paquete de cuatro minutos. Ah, y Dave Hidalgo añade un solo de guitarra desternillante para aumentar aún más la genialidad. "Ball and Chain" hace que Greene suene como Mick Jagger en su apogeo, cuando la Tierra aún se estaba enfriando (el "juego", por supuesto, era "copiar a artistas clásicos del blues"). "Prayer for Spanish Harlem" casi se califica como shoegaze, gracias a las guitarras distorsionadas y las voces susurrantes. Para "Uphill Mountain", Greene cambia de género una vez más para llegar a una canción folk de medio tiempo con guitarra y armónica que cita a leyendas estadounidenses como Cassius Clay, John Henry y el músico de blues Big Joe Turner, mientras da consejos sin fundamento como "Mejor mantente erguido si vas a aguantarlo todo / Y si vas a caer, bueno, más te vale caer".