Detalles: "Tiendo a vivir en las partes más oscuras de mi psique", admite Jim Ward. "Ahí es donde siempre he estado". Y, sin embargo, lo que hace al músico tan único y absolutamente cautivador es cómo, justo en el momento en que el mundo se une a él en la oscuridad —por ejemplo, el año ultra desafiante de 2020—, es cuando Ward logra abrirse camino de regreso a la luz. "Básicamente, lo único que hacía era meditar con una guitarra", dice Ward sobre cómo cada noche durante la pandemia, armado con una guitarra, además de un poco de tiempo y propósito, este prolífico músico fue capaz de crear varios riffs desenfrenados que finalmente se transformaron en uno de sus álbumes más personales y profundos hasta la fecha. "Siempre he usado la música como una válvula de escape para la ansiedad y la frustración", señala Ward, quien ha tocado en un sinfín de bandas monumentales, desde la icónica banda de post-hardcore At The Drive-In hasta Sparta, además de su proyecto de country alternativo, Sleepercar.