Detalles: Tras sus colaboraciones maravillosamente abstractas al piano con Harold Budd y Rubén García a lo largo de los últimos 20 años, The Arcades Project es el primer álbum para piano solo de John Foxx. Este último trabajo tiene una fresca sensación de asombro, como si volver al instrumento tras el furioso ruido analógico de su último gran trabajo, Howl (de John Foxx And The Maths) de 2020 requiriera un nuevo retiro hacia la música tranquila y minimalista. El flujo atmosférico y en penumbra del álbum recuerda a la propia serie de cuentos del artista, The Quiet Man (publicada por Essential Works en 2020). Sin embargo, como escribe Foxx en un ensayo que acompaña al álbum, hay otro texto, de Walter Benjamin, que proporciona parte de la inspiración, así como el título del nuevo disco. Foxx explica cómo se topó con el libro: "Cuando estaba en la escuela de arte, a mediados de la década de 1960, se comentaban varios libros oscuros y a menudo circulaban ejemplares con las esquinas dobladas. Entre ellos, «El Proyecto de las Arcadas», de Walter Benjamin, era especialmente tentador. Se mencionaba a menudo, pero su existencia parecía no ser más que un rumor. En aquellos tiempos, antes de internet, era imposible encontrar un ejemplar. Por supuesto, toda esa elusividad y misterio le otorgaron al libro un estatus legendario. Continúa: «El libro en sí mismo es una especie de paseo por las nuevas ideas que surgieron de la vida urbana de París en los siglos XIX y principios del XX. También abordaba lo que el poeta francés Baudelaire denominó flâneurismo. El flâneur disfruta caminando al azar, dejándose llevar por las mareas de las calles, disfrutando de un estado onírico de coincidencia, abierto a todos los acontecimientos cotidianos de una gran ciudad moderna. Las galerías parisinas con techo de cristal descritas en The Arcades Project de Benjamin ofrecían a sus ciudadanos la oportunidad de deambular, soñar y recoger impresiones entre las hileras de tiendas y elegantes apartamentos. Foxx, a su vez, «con el piano y la ayuda de algunos aparatos electrónicos antiguos», se propuso crear «fragmentos gestuales inmediatos, a menudo imperfectos, de música y atmósfera que pudieran aludir a alguna experiencia momentánea: un encuentro casual, un vistazo a un jardín, una coincidencia, una vida tras una ventana revelada al anochecer, alguien indistinto. Y todo surge del caminar».