Detalles: Tras una impresionante racha de álbumes en la década de 2010 que le valió una base de fans fieles, elogios de medios como The New York Times, Fresh Air y Pitchfork, y un lugar en la élite de los cantautores de música americana moderna, John Moreland ya ha dado dos giros inesperados en esta década, ambos destacando su férrea independencia artística. Primero, lanzó Birds In The Ceiling (2022), una brillante y sonora meditación folk-electrónica sobre la alienación moderna, que sorprendió a algunos de sus fans. Luego, tras finalizar una difícil gira para promocionar ese disco en noviembre de 2022, dejó de trabajar por completo. Se tomó un año entero de descanso de conciertos y no usó el teléfono durante seis meses. "Al final de ese año, pensé: 'Que nadie me llame'. Necesitaba no hacer nada por un tiempo y simplemente procesarlo", dice Moreland. Tras casi una década en el candelero, constantemente presionado por las expectativas de su público, la industria musical y desconocidos anónimos en línea, se reservó un tiempo para descansar, sanar y reflexionar por primera vez. El resultado de ese año desconectado en casa es Visitor de 2024, un disco de folk-rock íntimo, inmediato, profundamente reflexivo y pegadizo. Moreland grabó el álbum en su casa de Bixby, Oklahoma, en tan solo diez días, tocando casi todos los instrumentos él mismo (su esposa Pearl Rachinsky cantó en una canción y su colaborador de toda la vida, John Calvin Abney, contribuyó con un solo de guitarra), además de encargarse de la ingeniería y la mezcla. «La simplicidad y la inmediatez fueron fundamentales en el proceso», afirma. Este es un regreso al enfoque que Moreland adoptó en sus álbumes revelación, In The Throes de 2013 y High On Tulsa Heat de 2015, ambos grabados en gran parte por él mismo en casa con un pequeño grupo de músicos adicionales. Ecos de estos primeros álbumes se pueden escuchar en Visitor (Moreland hace una referencia pasajera al tema de apertura de In The Throes, "I Need You To Tell Me Who I Am", en dos canciones diferentes de Visitor), donde Moreland se aísla del ruidoso mundo exterior y del aún más ruidoso mundo digital que lleva en el bolsillo, para reconectar con una musa que ha tenido que competir cada vez más por su atención en los años transcurridos. Visitor traza su viaje de regreso a esta musa. Si el tema de Birds In The Ceiling era la alienación, el de Visitor es la desalienación.