Detalles: Las transcripciones para cuarteto de cuerda, ya sea por parte del compositor o de otra persona, eran una práctica común en la época de Mozart. Desde esa perspectiva, esta versión para cuerdas del Réquiem de Mozart no tiene nada de especial. Lo que la hace especial es la circunstancia del propio Réquiem original. Se sabe que Mozart dejó incompleta la mayor parte de la obra y que, a petición de su viuda, su alumno Süssmayer la terminó. Nadie sabe dónde termina la obra de uno y dónde empieza la del otro. Sin embargo, esta versión preliminar del Réquiem conserva plenamente la elocuencia de la música de Mozart y, por lo tanto, quizá demuestre que el Réquiem contiene más de la obra del maestro de lo que podemos establecer objetivamente. Pero, por incompleto que sea el Réquiem, el genio universal de Mozart irradia a través de las notas de cualquier versión. Y si alguien puede aflorar esa radiación en esta versión, nadie mejor que el Kuijken Kwartet.