Detalles: Durante algunas décadas del siglo XVIII, Mannheim brilló como un paraíso cultural. El elector Carl Theodor construyó un enorme palacio en su residencia con un gran gasto financiero y no carecía de nada musical. En una carta a su hijo Wolfgang en 1777, Leopold Mozart escribió sobre Mannheim: «Desde cuya famosa corte los rayos, como del sol, se extendían por toda Alemania, de hecho por toda Europa». La orquesta de Mannheim era famosa por sus músicos de primer nivel y causó furor con su llamado «Mannheimer Walze». Mannheim también fue pionera en el desarrollo del oboe como instrumento solista, y un nombre en particular destaca aquí: el oboísta Ludwig August Lebrun. Los conciertos para oboe de Mannheim que se presentan en esta grabación probablemente fueron escritos para él por Holzbauer, de Winter y Eichner, y uno de ellos fue escrito por el propio Lebrun.