Detalles: Vinilos dobles de color mármol, rosa intenso y azul cielo, con fundas transparentes personalizadas, ocho tarjetas con letras de 30 x 30 cm, un póster plateado de 61 x 61 cm impreso en papel Lumina Platinum, todo ello en una funda tríptico y un estuche de doble pared con lámina de arcoíris y detalles en relieve para celebrar el quinto aniversario del álbum. Swimming, de Mac Miller, marcó un punto de inflexión en la carrera del difunto artista. Su devoción por la exploración sonora constante y la reinvención artística ya había sido bien documentada antes del lanzamiento del álbum: el salto cualitativo desde su debut, Blue Slide Park, que encabezó las listas de Billboard, hasta su segundo álbum, Watching Movies with the Sound Off; su gran experiencia como productor en su mixtape de 2014, Faces; y su capacidad para dirigir una banda completa en The Divine Feminine, de 2016, fueron prueba de su firme compromiso con el desarrollo profesional. Sin embargo, tras su lanzamiento, tanto sus fans como la crítica lo consideraron de inmediato el punto álgido de su carrera: un álbum que mostraba a la perfección las habilidades musicales que había desarrollado vocal e instrumentalmente a lo largo de una década. El álbum ha resistido el paso del tiempo como una de sus mayores declaraciones musicales.