Detalles: La dulce y evocadora mezcla de jazz, bossa nova e indie rock matemático de Mei Semones no solo le permite encontrar consuelo en sus géneros favoritos, sino que también es una forma intuitiva de catarsis. "Combinar todo lo que me gusta e intentar crear algo nuevo es lo que me resulta más natural", dice la cantautora y guitarrista de 23 años, residente en Brooklyn. "Es lo que más me define como artista". Los tonos de guitarra vibrantes y los compases asimétricos ejemplifican sus incursiones en el indie rock angular ahora más que nunca, especialmente en su sencillo debut con Bayonet Records, "Wakare no Kotoba". Sus arpegios de intervalos amplios en compases impares son uno de los trabajos de guitarra técnicamente más complejos que Mei ha implementado en sus composiciones. Traducida como "palabras de despedida", esta autodenominada "canción antiamor" sirve como despedida a una amistad tóxica, con oleadas orquestales y guitarras estruendosas. Originaria de Ann Arbor, Michigan, Semones comenzó a tocar música a temprana edad, comenzando con el piano a los cuatro años antes de pasarse a la guitarra eléctrica a los once. Tras tocar la guitarra de jazz en el instituto, estudió interpretación de guitarra con especialización en jazz en el Berklee College of Music. En la universidad conoció a sus actuales compañeros de banda, entre ellos los instrumentistas de cuerda Noah Leong y Claudius Agrippa, cuyas respectivas viola y violín aportan suavidad y multidimensionalidad al intrincado trabajo de Mei con la guitarra. Tras lanzar una serie de sencillos y un EP en 2022, coincidiendo con su mudanza a Nueva York, Mei y su banda han colaborado con el baladista post-bossa John Roseboro y se han embarcado en su primera gira con el grupo de rock melódico Raavi. Semones narra la infatuación, la devoción y la vulnerabilidad en sus canciones, con cuerdas envolventes, una interpretación virtuosa de la guitarra y letras sentidas cantadas tanto en inglés como en japonés, que se han convertido en parte de su marca registrada sonora: composiciones pegadizas y elaboradas que fusionan géneros que sirven como telón de fondo para letras tiernas que tocan las universalidades de la emoción humana.