Detalles: El descubrimiento y la reinvención musical de Mirabel Lomer, un mundo inédito de la artista que emerge de las sombras a la luz. Mirry es uno de esos raros proyectos cuya historia parece tan mágica que resulta casi imposible imaginar que tanta belleza se pierda en las sombras durante tanto tiempo. Hace 30 años, el músico Tom Fraser, residente en Edimburgo, estaba ayudando a vaciar la casa tras la muerte de su abuelo y encontró un viejo disco rayado de Transco abandonado en la calle. Se lo llevó a casa, donde permaneció en un estante durante años hasta que un día, durante el confinamiento, lo escuchó y se le abrió un mundo entero: su tía abuela Mirry había grabado varias composiciones para piano que había ocultado a su familia. Desde entonces, Tom ha estado reelaborando y remezclando sus composiciones con su cuñado Simon Tong (The Verve, The Good the Bad and the Queen y The Magnetic North) y, junto con la comisaria del proyecto, Kirsteen McNish, esperan que esta vida secreta trascienda las cuatro paredes de Mirry. Mirabel Lomer nació en 1906 en el seno de una familia militar y durante la mayor parte de su vida permaneció en Irlanda cuidando de sus padres ancianos. A principios de la década de 1950, se convirtió en acompañante remunerada de otra pareja de ancianos en Wiltshire, a quienes cuidó hasta su fallecimiento. Si bien dedicó la mayor parte de su vida al cuidado de otros, también se supo que Mirry había compuesto música (a pesar de que, de joven, su padre le impedía encarecidamente que tocara música en casa). En un gesto de rebeldía silenciosa y de evasión creativa, compuso esta música para piano en secreto, y su sobrino y confidente Geoffrey la grabó en su grabadora. Como tantas otras mujeres cuyas vidas creativas no encontraron salida, Mirry nunca recibió elogios por su trabajo, pero disfrutaba creando para sí misma. Falleció en la década de 1980, pero la historia de su música y su vida secreta aún sigue en desarrollo. El álbum resultante, "Mirry", de Fraser y Tong, es una celebración del trabajo de Mirry y un llamado y respuesta a sus grabaciones originales con miembros de su familia, casi como si todavía estuviera en una habitación con ellos. Desde entonces, Tong ha recuperado todo lo que ha podido encontrar en el ático familiar. Se encontraron cientos de diapositivas estereoscópicas, películas en Super-8, fotografías, cuentos, poesía y otras grabaciones, todas grabadas por su sobrino (ahora nonagenario), quien cree que Mirry estaría encantada de que su obra se escuchara muchos años después. Tong afirmó: "Este proyecto espera arrojar luz sobre los cuidadores y cómo su trabajo creativo puede perdurar y seguir resonando y evolucionando mucho después de su concepción original".