Detalles: "No hay álbum doble que no mejoraría si se eliminaran sus peores canciones y se convirtiera en un solo álbum..." Con estas palabras, el cerebro de Psychic Temple, Chris Schlarb, se propuso demostrar que estaba equivocado. Así es como lo hizo. En la historia moderna del rock, el álbum doble se erige como la máxima indulgencia creativa. Un momento para que un artista se proclame con fuerza en medio del exceso de cuatro caras de vinilo. Y, sin embargo, no hay un solo LP doble que escape a la maldición del relleno: "Wah-Wah" en All Things Must Pass, "Night Flight" en Physical Graffiti, "Piggies" en el Álbum Blanco, "Angel" en Tusk, etc. En 2016, Schlarb abrió BIG EGO, un estudio de grabación comercial en el mismo barrio de Long Beach donde creció. Allí produjo a artistas de todos los tamaños, desde Terry Reid y James Gadson hasta Swamp Dogg y Jim Keltner. Un año después, comenzó a trabajar en Houses of the Holy: su propio intento de resolver el gran rompecabezas del rock moderno. Su solución fue tomar el control de cuatro bandas existentes y llevarlas al reino de Psychic Temple. Grabado en el desierto de Joshua Tree, Schlarb y Cherry Glazerr (Lado A) presentan cinco canciones cargadas de whisky sobre amor, locura y suicidio. Reunidos tras casi 20 años, el legendario Chicago Underground Trio (Lado B) envuelve su inconfundible sonido en canciones escritas por Schlarb y los coautores Jerry David DeCicca y James Jackson Toth. A punto de entrar en su cuarta década como una de las grandes bandas de rock del mundo, Dream Syndicate (Lado C) explota al conectar con el Universo del Templo Psíquico. Como cierre eufórico, las palabras del poeta callejero cósmico Xololanxinxo (Lado D) son respaldadas por el ensamble más grande del álbum, con orquesta completa, doble sección rítmica y coro gospel. Estos cuatro lados brillantes son las únicas Casas del Santo que uno necesita visitar.