Detalles: It Takes a Nation of Millions fue la señal de que el hip-hop había explotado como una granada. Un disco de rap tan abrasivo, hardcore y elocuente como un discurso de JFK, el disco de 1988 es un clásico tras otro: música tensa, multidimensional y armoniosamente salvaje. Chuck D. declama como un maestro predicador con la voz de Flavor Flav resonando alrededor de la suya. Tienen la energía desesperada de quienes luchan por sus vidas, y todo, desde su retórica inflada ("Prophets of Rage") hasta la organización casi paramilitar del grupo, pasando por las sirenas y los chillidos de saxo en casi cada canción, declara la urgencia de su misión. Es un álbum enormemente influyente, y aún suena fresco y aterrador después de todos estos años.