Detalles: Si algo queda claro desde el comienzo del revelador cuarto álbum 'There's A Big Star Outside...', es que Swim Deep ya no es la misma banda que siempre has conocido. En cierto modo, el cuarto álbum de Swim Deep —lleno de guitarras acústicas y notas florales gracias a un teclado Mellotron (una de las mejores exportaciones musicales de su Birmingham natal)— no tiene por qué ser tan exuberante y evolucionado. Pero "There's A Big Star Outside..." solo pudo haber surgido como resultado de esos años de prueba. Toma la ilusión juvenil de su debut y el emocionante experimentalismo de sus siguientes trabajos, y lo lleva a un espacio más seguro, con la enorme ayuda del productor Bill Ryder-Jones, quien se convirtió en mi mentor durante todo el viaje. "Gran parte del álbum, Bill lo extrajo de mí", asiente Ozzy. "Esa sensación de audacia y de no esconderse tras la música que me ha inculcado realmente ha hecho que el álbum florezca y sea lo que quiero que sea. Es un cliché decirlo, pero siento que he estado escribiendo para este disco toda mi vida". Es apropiado que este sea el mensaje que Swim Deep ha transmitido, porque "There's A Big Star Outside..." realmente se siente como un momento dorado para la banda. A lo largo de más de una década en la industria, han disfrutado de los altibajos, pero su cuarto álbum se siente como un álbum que existe más allá de todo eso. Se trata menos de perseguir los siguientes peldaños del éxito y más de afianzar su posición como artistas, como adultos y como un grupo que siempre ha buscado algo más que escenas fugaces y el entusiasmo inicial.