Detalles: The Electric Eels fueron la primera banda de punk, punto. Puede que no hayan "iniciado" el género, pero fueron los primeros en cumplir con todos los requisitos. Rechazaron todas las convenciones del rock de los 70: profesionalismo, virtuosismo, temática, imagen. La voz cáustica de Dave E., con un ceceo agresivo y la cabeza llena de mocos, se convertiría en algo habitual unos años después de la disolución del grupo. Mientras tanto, el enfoque de las canciones en accidentes de coche, suicidios, neurosis y, en general, el odio a la gente se alejaba lo más posible de la corriente principal. Los dos temas de The Electric Eels que sí abordan el tema del romance lo presentan como si no les importara demasiado ("Jaguar Ride") o lo sitúan en el contexto de un asesinato espantoso ("Silver Daggers"). También hay que tener en cuenta el característico sonido de guitarra de John Morton, un tono de uñas sobre pizarra con solos brutalmente libres, inspirados más por Albert Ayler que por el blues o por aspiraciones a la destreza técnica. Lo mismo ocurre con el clarinete de Dave E. y su afición por las cortadoras de césped y las aspiradoras durante las presentaciones en vivo. Eran notoriamente violentos no solo entre ellos, sino también con el público, la policía y cualquiera que tuviera la mala suerte de estar cerca cuando las cosas se ponían feas. Y, por supuesto, estaban las chaquetas de cuero, la ropa adornada con trampas para ratas o imperdibles. Y sin bajista, ¿para qué molestarse? Simplemente no hay otra banda "proto" que tuviera todas estas piezas en su lugar entre 1973 y 1975. Sin embargo, es un error considerar a las anguilas exclusivamente en ese contexto. Sí, las anguilas podían impactar, y de hecho lo hicieron, a cualquiera que las conociera, pero también tenían grandes canciones. Si bien Dave y John eran compositores visionarios, también contaban con el guitarrista rítmico Brian McMahon, una máquina de melodías y riffs que compuso muchas de las canciones emblemáticas de la banda. Y no eran un grupo monolítico. Si bien gran parte del material de la banda es apropiadamente enérgico, también están las anguilas deprimentes: mórbidas, armónicamente arriesgadas y en plena crisis existencial. Aunque no es el tema central de esta compilación, las anguilas también tenían una inclinación por la improvisación completamente libre. En los últimos cuarenta años, se han publicado varias compilaciones de Electric Eels. Spin Age Blasters es, sencillamente, la mejor jamás creada; cada tema clave está aquí en su mejor versión, masterizado a la perfección por John Golden y secuenciado con atención tanto a la fluidez entre pistas como a la individualización entre caras. Un auténtico monstruo de álbum.