Detalles: "Es hora. África, es hora. Es hora de que África cambie. Es hora de que nuestros líderes cambien. Todo lo que ocurre en África es extraordinario. Lo tenemos todo: agua, tierra, sol, yacimientos de petróleo, gas. Tenemos todo esto en África, pero África sigue siendo pobre. Es hora de cambiar nuestra forma de pensar. Es hora de que los africanos tomen las riendas de su destino. Si no, otros lo harán." Este es el mensaje que el guitarrista instrumental Tidiane Thiam espera transmitir con su nuevo álbum en solitario, Africa Yontii, un título en pulaar que se traduce como "Tiempo de África". Para un oyente casual, la audaz declaración de Thiam contrasta marcadamente con su interpretación melódica. Pero una escucha más atenta de su expresiva interpretación revela una voz reflexiva que destaca entre la multitud de guitarristas contemporáneos. "Lo que debería cantar (con letra) lo digo con mi guitarra", afirma. Originario del tranquilo pueblo pesquero senegalés de Podor, cuna del gran Baaba Maal, Thiam aprendió a tocar la guitarra de forma autodidacta tocando junto a emisiones de radio nocturnas de música mandinga. Pronto desarrolló su estilo, incorporando a menudo temas folclóricos pulaar a sus composiciones. En Africa Yontii, el tercer álbum de Thiam para Sahel Sounds, colaboró ​​con el creador de ritmos de hip-hop Ndiaye Moctar, del estudio MN Records, para el acompañamiento, integrando elementos inesperados como grabaciones de campo y sonidos electrónicos. En las notas de África Yontii, Thiam expresa su preocupación por la falta de oportunidades para la juventud africana y el solitario camino que supone dejar atrás a seres queridos con la esperanza de una vida mejor. También introduce una reflexión filosófica sobre el deterioro del mundo, junto con dos propuestas tradicionales y esperanzadoras: canciones de boda y canciones fluviales. A pesar de la temática, a veces densa, el amor de Thiam por su tierra natal y su herencia se hace patente. Africa Yontii, de Tidiane Thiam, reivindica el denostado género de la «música del mundo» dentro de un espacio sonoro que durante mucho tiempo ha estado dominado por otros narradores. Como sugiere el título, ¡es hora!