Detalles: Brawlers presenta probablemente la personalidad más conocida de Tom Waits, plagada de lesiones en las cuerdas vocales, percusión encontrada, arreglos clásicos y una guitarra principal con un toque de dibujos animados. También es el disco que más peligrosamente roza los clichés, repleto de su trillado repertorio de imágenes del submundo estadounidense: trenes, cárceles, bares, etc. Sin embargo, el secreto de la actuación de Waits reside en la destreza con la que utiliza estos referentes culturales que deberían estar trillados; como mínimo, suena más cómodo en el papel de un saltador de vagones de carga que recitando la canción folclórica de Oriente Medio "Road to Peace", sacada de los titulares. Sin duda, ayuda el hecho de que continúa resistiéndose a la vieja tendencia de las carreras de rock de una limpieza cada vez mayor, envolviendo estas canciones en una producción sucia y áspera que evita que el gorjeo de Big Bopper de "Lie to Me" o la versión de garaje de 12 compases de los Ramones de "The Return of Jackie and Judy" suenen como una exhibición de House of Blues.