Detalles: Prensado en doble vinilo. Colección en el Reino Unido. Bob Thiele es uno de los grandes productores. Por su trabajo con John Coltrane, donde dio rienda suelta a las visiones musicales más audaces del gran saxofonista, incluyendo "A Love Supreme", ignorando la habitual preocupación por los costes de una gran discográfica, merece ser elogiado. Lanzó su propio sello, Flying Dutchman, en 1969, y continuó innovando y grabando música que reflejaba su época, pero que también resuena a través de los siglos. Es a Flying Dutchman a quien rendimos homenaje en esta compilación. Las grabaciones de Gil Scott-Heron para el sello sumaron tres discos, que se vendieron bien, aunque no de forma espectacular en su momento. Desde entonces, han adquirido una resonancia que convierte al álbum Pieces Of A Man, en particular, en una de las grabaciones más importantes del siglo pasado, y su tema de apertura, "The Revolution Will Not Be Televised", en un himno. El pianista Lonnie Liston Smith participó en el último e importante "Impulse!" de Thiele. Tras grabar "Karma" de Pharoah Sanders, continuó apareciendo en Flying Dutchman, primero como acompañante y luego como líder. Su álbum de 1975, "Expansions", encapsulaba a la perfección su "jazz cósmico", y la canción que da título al disco es un momento casi perfecto que se ha convertido en una de las piezas fundamentales de la música dance moderna. Otros grandes descubrimientos de Flying Dutchman se encuentran aquí. El vocalista Leon Thomas encontró una nueva vía para el jazz vocal a principios de los 70, lo que lo convirtió en una estrella y le valió un lugar en Santana. Gato Barbieri se convirtió en una de las mayores estrellas del saxofón de la época, después de que Thiele le permitiera fusionar sus inclinaciones por el free jazz con los ritmos sudamericanos. El sello también realizó importantes grabaciones con Tom Scott (que aparece en "Head Start", del propio Thiele), Ornette Coleman y Oliver Nelson, además de interesantes discos de Esther Marrow, Harold Alexander y muchos más. "This is Flying Dutchman" es un homenaje al sello, con notas detalladas y completamente ilustradas. En el año en que el hijo de Bob Thiele se prepara para lanzar la primera música nueva del sello desde 1976, es un recordatorio apropiado y oportuno del poder de la música.